ENTRADA
Desde que tenemos memoria, estas formas de expresión han acompañado a la humanidad como un reflejo de lo que somos, lo que sentimos y cómo vemos el mundo.
Pero más allá del entretenimiento o la belleza estética, tanto la música como el arte cumplen un rol mucho más profundo, construyen y revelan nuestra identidad personal.
Cada canción que escuchamos, cada dibujo que hacemos, cada palabra y sobre todo nuestro empeño y sentimiento que le ponemos a las cosas habla de nosotros. De cómo nuestras emociones, nuestras raíces, nuestras creencias y como estás nos identifican como persona.
Cuando alguien decide pintar con colores oscuros o escuchar rock pesado, cuando otro prefiere acuarelas suaves o melodías tranquilas, están diciendo algo sin usar palabras.
Además, estas formas de expresión nos permiten conectar con los demás.
Según un estudio de North y Hargreaves (1999), "las preferencias musicales están relacionadas con características personales y sociales", lo que significa que lo que escuchamos puede decir mucho sobre nosotros. . "No es casualidad que muchas personas se definan a sí mismas por los géneros musicales"
Nos ayudan a explorar quiénes somos, a sanar heridas, a celebrar alegrías, o simplemente a existir de forma auténtica. Ya sea que toquemos un instrumento, pintemos un mural, bailemos, cantemos o simplemente escuchemos, estamos dándole forma a nuestra identidad y eso significa que es tu identidad hablándote.
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