DESAROLLO

 

La adolescencia es mucho más que una etapa de crecimiento físico. Es una travesía emocional, una búsqueda constante de sentido y pertenencia. En ese viaje, la música, el cine y el arte no son simples pasatiempos: son lenguajes que nos ayudan a decir quiénes somos, qué sentimos y cómo vemos el mundo.

La música nos acompaña como jóvenes en nuestros momentos más íntimos y en nuestros espacios colectivos. Según un estudio publicado en Dialnet, los géneros musicales, los ídolos y las prácticas culturales asociadas a la música funcionan como vehículos de expresión y pertenencia. Escuchar rock, reguetón o indie no es solo una elección estética: es una forma de decir “esto soy yo” o “esto quiero ser” (Dialnet, 2006).

Además, como señala la Fundación Lotus, la música influye emocionalmente en los adolescentes, moldeando valores, emociones y formas de relacionarse. Desde TikTok hasta los conciertos, la música se convierte en una herramienta de conexión y construcción identitaria (Fundación Lotus, 2023).

El cine nos ofrece modelos, dilemas y mundos posibles. Las películas juveniles no solo nos entretienen: presentan conflictos familiares, dilemas éticos, luchas por la aceptación y búsquedas de sentido. A través de personajes y tramas, los jóvenes pueden identificarse, reflexionar y hasta rebelarse contra lo establecido.

Aunque no todos los artículos se centran exclusivamente en el cine, su papel como arte narrativo es inseparable del proceso de construcción identitaria. El cine permite explorar emociones complejas y visualizar futuros alternativos, algo esencial en la adolescencia.

El arte, desde el dibujo hasta el graffiti, pasando por la danza y la fotografía, nos permite a los jóvenes expresar lo que no siempre podemos decir con palabras. Según FUNDADELA, el arte y la música tienen un poder transformador que contribuye al desarrollo de una ciudadanía consciente y sensible, incluso desde la infancia (FUNDADELA, 2022).

La música, el cine y el arte no son solo entretenimiento. Son lenguajes que usamos para narrarnos a nosotros mismos, para explorar nuestras emociones y para construir nuestro lugar en el mundo. Como jóvenes, como educadores o como creadores de recursos, reconocer su valor es clave para acompañar procesos de formación más humanos, críticos y creativos.


Bibliografía

García Canclini, N. (2006). La construcción de la identidad juvenil a través de la música. Revista de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1220361.pdf


Fundación Lotus. (2023). La música influye en los jóvenes. Fundación Lotus. Recuperado de https://fundacionlotus.cl/articulos/la-musica-influye-en-los-jovenes/


FUNDADELA. (2022). El poder transformador de la música y el arte: Formando mejores ciudadanos desde la infancia. Fundación para el Desarrollo de la Educación Latinoamericana. Recuperado de https://fundadela.org/el-poder-transformador-de-la-musica-y-el-arte-formando-mejores-ciudadanos-desde-la-infancia/

 

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